Te invito a mover y darle voz a lo que necesita ser expresado en ti.
Me pasé horas llorando a escondidas y tragándome el enojo que me provocaba sentirme inadecuada por ser como era. Ese enojo se volvió contra mí.
Y me traté muy mal por muchos años, castigándome, exigiéndome, comparándome y nunca, nunca siendo suficientemente buena.
Intenté explicarme lo contrario a través de muchas terapias, pero no conseguí ganarle ni a la voz de la jueza interior ni a la ira que me implosionaba por dentro.
Hasta que mi entrenamiento como cantante y actriz me abrió la puerta a experimentar cómo el movimiento, la respiración y la voz movían y transformaban tanto mis emociones incómodas como mis diálogos internos auto-boicoteros en energía vital que podía encauzar hacia donde yo quisiera, como directora de mi propio elenco.
Aprendí que tenemos un super-poder: somos las alquimistas de nuestra propia energía.
Fue tan pero tan potente el poder y la autoridad interna que sentí, que decidí crear espacios para hacerlo junto con otras mujeres.
Porque somos MUCHAS las que estamos cansadas de entenderlo todo con la cabeza, pero seguir “en proceso” desde 6to grado.
Creo en el placer y el disfrute como portales a través del cual entramos en el sentir del cuerpo y la escucha de nuestra voz. Me gusta mucho sentir expansión, plenitud y alegría circulando por mis autopistas energéticas.
Y sé que para eso, tengo que destapar mis cañerías emocionales, donde se encuentran atoradas emociones incómodas que no pude sentir y todo aquello que me callé y silencié.
Por eso facilito espacios de mucha risa y liberación.
Porque el pulso vital pide pista, y el cuerpo quiere bailar, liberar, cantar, celebrar y expandir la energía.
Porque suficiente con tanto enrosque, es momento de dirigir este barco y navegar hacia donde cada una quiera.
¿Subimos la energía juntas?